El camino hacia estos parajes muestra una transición entre estepa y bosque, se observan cavernas, algunas estancias patagónicas, pero también la flora y fauna del lugar.
El camino hacia estos parajes muestra una transición entre estepa y bosque, se observan cavernas, algunas estancias patagónicas, pero también la flora y fauna del lugar.
A lo largo de 250km, al norte de Bariloche, se pueden observar los paisajes más
extraordinarios de la Patagonia. Sobre la ruta 237 que se dirige a Neuquén, cruzando el
puente del lago Nahuel Huapi, y junto a la naciente del Río Limay se encuentra el lugar
histórico al que llegó Perito Moreno el 22 de enero de 1876. Fue el primer argentino que
avistó el gran lago Nahuel Huapi también llamado “Gran Olla” por los nativos. El trayecto
continúa siempre bordeando el Río Limay hasta llegar al gran Anfiteatro, una formación
natural de origen glaciológico que se asemeja a un Circo Romano. Sobre la misma ruta -más
adelante- se encuentra el Valle Encantado con sus inmensas y extrañas formaciones rocosas
que rodean a Confluencia. Allí, el Río Limay se une con el Río Traful y si nos desviamos en
dirección oeste llegamos a Villa Traful.
Esta localidad es una pequeña aldea de montaña rodeada por un paisaje maravilloso. El
Mirador del Lago Traful nos ofrece una soberbia vista del entorno. El camino hacia estos
parajes muestra una transición entre estepa y bosque, se observan cavernas, algunas
estancias patagónicas, pero también la flora y fauna del lugar. Si el trayecto comienza por la
mañana, la llegada a Villa Traful ofrece la ocasión para el almuerzo y la continuación del
recorrido con la visita al Puerto Arrayán y El Portezuelo. Por último, el tramo de la Ruta de los
Siete Lagos, que nos lleva a Villa La Angostura es la opción para regresar a Bariloche.